jueves, 13 de noviembre de 2008

KUNA YALA, para los que alguna vez creyeron en algún parámetro de normalidad




Esta comunidad indígina vive dispersa por las 365 islas del archipiélago de San Blas. Pescadores y agricultores, casamientos arreglados por los padres donde uno de be pertenecer a una familia de pescadores y el otro a una de agricultores, asegurándose así la subsistencia (esto era antes del american way, calro).

Ellas con su vestimenta típica, una camisa hecha en telas de colores combinadas con sus molas (miren la foto, son esos collages hechos en telas, todo cosido a mano, increíble), sus piernas cubiertas con tejidos de mostasillas, aros de oro que atraviesan en centro de sus tabiques, y ellos pescando en sus barcos de tronco tallado y cortando cocos.

Viven sin agua dulce; aceptan la poligamia y la homosexualidad con total naturalidad, puden verse inclusive Kunas travestis vestidos con las camisas y todo lo típico de las mujeres kunas y luego verlos jugar unpartido de fútbol con el resto de los hombres kunas.

Todo esto con el agregado de que , a partir de los  años 80 y 90, las corridas del narcotráfico y los escapes frustrados hacen con continuidad que kilos y kilos de coca sean arrojados en grandes paquetes al mar y lleguen por la corriente del mar a las islas de los kuna, siendo esto UN ANTRO CON LOS KUNITAS DESCONTROLADOS SUPER DUROS, TREPANDOSE A LAS PALMERAS Y BAJANDO COCOS COMO LOCOS. 

La causa: la creencia de que todo lo que llega a las islas, todo lo que toque las islas es Regalo de Dios, y como tal, pueden disfrutarlo y defenderlo a muerte como objeto de su propiedad.


Migración kuna. En busca de dólares y más dólares salen las kuna con sus molas a Panama City donde levantan sus puestos y venden por todos lados sus trabajos. Es muy común ir caminando por un shopping mall ultra gringo y ver a las Kuna paseando con sus carteritas LV.


WELCOME TO PANAMA


Un sueño americano que se cumplió mientras Panamá dormía.
La estrellita número 51 de
la bandera de Obama.
Un país funcionando con los restos norteamericanos: sus buses, sus ferias americanas con ropa gringa fuera de moda, artículos y electrodomésticos que no se pudieron rematar en las mega ofertas del gigante.
La intención del pueblo panameño de separarse de Colombia, a quien pertenecía. La desinteresada capacidad de U.S.A para ayudarlo y de paso, ya que iban a darse una vuelta por allí, tomar el canal de Panamá y manejar el punto estratégico de unión entre el Pacífico y el Atlántico manejando el comercio mundial y obteniendo millones y millones de esos que dicen "in god we trust", hicieron de Panamá un hermoso pedacito de geografía contradictoria por su riqueza natural contenida por el artificial funcionamiento de sus habitantes: la tierra de las hamburgueserías del payasito de pantalón a rayas,  hot dogs por doquier, el pollo frito, y las 7.899 variedades de salsas y quesos cheedar; todo tipo de alimento reducido a polvos instantáneos, snacks con los sabores más estrafalarios que puedan imaginar, snikers, más 33 variedades de cervezas en góndola, el know how del consumo gringo y la comunidad Kuna Yala hablando inglés y produciendo molas frenéticamente para ganar más y más creencia en Dios (in god Kuna trust).
Esas ganas de consumirlo todo y de repente, nada, no teníamos ganas de nada en realidad.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Y DESPUES DE TRES DIAS EN ALTAMAR












¡EL ARCHIPIELAGO DE SAN BLAS!
Las islas más fucking locas que hayas imaginado jamás. 
A vos Bristol, vení a ahcerte un cursito de playa a este archipiélago en la región de Kuna Yala - territorio panameño-
Mirtha no entendés nada!, acá tenés que venir a ahcer los almuerzos en la temporada de verano, dejate de joder con el Costa Galano.

PD: el velerito que se ve es el Joshua, en el que viajamos.

DEJANDO CARTAGENA








 Sin saber bien qué estábamos haciendo, nos subimos al barco de Freddy y allí comenzó todo. Un poco de ansiedad, un poco de inconsciencia y mucha curiosidad. Por suerte más de la última, sino nunca nos hubiésemos subido a semejante creador de sensaciones. En dos vidas de 23 y 24 años, de 365 días cada uno, los tres días que no vamos a olvidar jamás.

NUESTROS HERMANITOS DE MAR


MARTA Y AMADO, dos habitantes de las islas canarias, dos seres increíbles con los que la pasamos bárbaro. Ella, un ser de paz, con sus hermosas charlas y siempre dispuesta a compartir. Y él, un loco que recorrió amércia con un Renault 4 que compró en Bandfiel, porque entre otras cosas vivió 10 años en Argentina.

CON USTEDES FREDDY Y EL JOSHUA





FREDDY: capitán del velero que nos llevó de Cartagena a Panamá.
Loco, espiritual, gracioso y aparentemente un inconciente que sabía bien lo que hacía.

JOSHUA: velerito de hierro, uno d
e la serie limitada de 14 ejemplares. Viejito pero acogedor, con historias, con muchos huevos!

LA BRúJULA: aunque les parezca mentira, así como la ven, pegada con cinta, un poco golpeada por la vida, fue ella quien  nos llevó a destino. Aun cuando lo único que podíamos ver era agua.






Quisiera ser un pez...
Dice Ariel para no marearse en el velerito y vomitar cada media hora aprox.



Nunca supimos lo que iba a implicar cruzar a Panamá en velero,  de 10 metros de largo y con un capitán, igual de parecido e iguald e loco que Iggy Pop. 
Tres días en alta mar, sin ver tierra...sólo un mar intenso y bravo, de un azul transparente, con olas que, como paredones inmensos, abrazaban nuestro velerito para meterse por la borda en repetidas oportunidades. Como una película de Spilberg, nosotros y nuestra pequeñez en medio de ese gigante que, aunque no era la temporada, estaba revuelto como peluca de loco.
El viento golpeaba las velas, y nosotros que no entendemos nada, con el upite fruncido, una risa nerviosa como de quien cree que está por convertirse en canapé de tibursio y con ganás, muchas ganas de llegar.
 


SIGUE EL PASEO CARTAGENERO



Cañón de dulce de leche, el que nos queremos comer. Éste es el cañón del Castillo San Felipe, apuntando a la actual ciudad moderna de Cartagena, por donde antes venían los piratitas.
Los zapatos de no sabemos quien.