lunes, 10 de noviembre de 2008

DEJANDO CARTAGENA








 Sin saber bien qué estábamos haciendo, nos subimos al barco de Freddy y allí comenzó todo. Un poco de ansiedad, un poco de inconsciencia y mucha curiosidad. Por suerte más de la última, sino nunca nos hubiésemos subido a semejante creador de sensaciones. En dos vidas de 23 y 24 años, de 365 días cada uno, los tres días que no vamos a olvidar jamás.

No hay comentarios: