RECORRIENDO EL NORTE DE COLOMBIA empezamos a sentir un calor más o manos agobiante, sofocante, opresivo, fatigante. Con una dicotomía constante entre secarnos el sudor de la frente o el bozo. Claro que nos cuesta muy poco olvidarlo cuando vemos algo como esto.
Está en Cartegena, se llama La Ciudad Amurallada. La movida fue más o menos así: en la época colonial, todo lo que España "obtenía" de Sudamérica lo almacenaba en Cartegena y de ahí salía el delivery para el Rey. Alta pizza le llegaba no?
Y cómo los piratas tenían este dato empezaron a darse unas vueltas con sus barquitos por ahí. El Rey se puso como loca y mandó a construir la muralla y un castillo, El San Felipe, bien equipadito como para matar a muchas personitas. Digamos que todo estaba pensado, paredes de coral para que reboten las balas de cañon, túneles secretos llenos de pólvora para volar el castillo en caso de ser tomado por los piratas y muchos juguetes más para defender el puchero Español.
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